jueves, abril 12, 2007

El saltamontes Lorenzo H. se acostó pronto. Después de ponerse su pijama gris, fue a buscar un vaso de agua que dejó junto a la mesita de noche, comprobó que la alarma de su despertador estuviese puesta y, tumbado ya en su lecho, prendió fuego a un último cigarrillo. Lorezo H. había tenido un día muy duro saltando de un lado para otro. Como representante de artículos cosméticos femeninos trajinaba una enorme maleta con un buen muestrario. Pintalabios, cenizas y sincopes idolatrados por doquier frecuentaban su insulso catálogo de milagros que ayudaban a sentise más guapa o más joven. Como contra partida ni un sólo gramo de azúcar, ni una onza de mermelada, ni tan siquiera una cucharadita de café con leche para tener un desayuno digno. Así, envuelto en cortinas de caña y pidiendo tanda en la charcutería del súper, repartió, a lo tonto a lo tonto, todo su estocage. Luego apagó su cigarro en el cenicero con la ayuda del vaso de agua y sumergió su alma entre el lomo de dos colores y el filete de pobre.
Parte: muy nuboso, -4ºC

domingo, febrero 04, 2007

Menú 4 febrero

Primeros :
Palillos rebozados
Servilletas de papel en aceite de oliva
Revuelto de barra

Segundos :
Salteado de mantel con migajas de pan
Raspas de bonito a la sal derramada
Horneado de tapón de corcho al Oporto

Postres:
Envase de yogurt de plátano con pepitas de limón
Azucarillo al vino
Manchado de cucharita de café

Sólo mediodía.

Parte: Parcialmente nuboso, 3ºC

sábado, enero 13, 2007

Pasteles, chorizos y limones. Estos son los tres alimentos básicos de varios de los raquíticos esquiadores burlones que irrumpieron en la casa de campo del Mayor Stern. Fue un martes. Y digámoslo todo, iban bebidos.
Stern, prohombre condecorado repetidas veces por atrocidades cometidas por amor a su patria, adquirió su finca a mediados de agosto de 1968, remodelándola parcialmente y restaurando el resto en los cinco años siguientes. Amante de un buen habano, coleccionista de pintura flamenca del siglo XVI y apasionado del Trivial Pursuit. No supo responder a la pregunta que le hubiese dado el quesito de deportes y pasatiempos, la misma noche de martes que, a miles de kilómetros de distancia, su residencia era allanada. Stern tampoco supo responder a muchas otras preguntas en los años siguientes y fue por eso que, poco a poco, dejó de jugar al Trivial y se interesó más por la vida nocturna y la cultura de clubs de su Londres natal.
Parte: Chubascos de nieves, -1ºC

jueves, octubre 12, 2006

Despues de varios días he decidido reconocer como propio ese tic que muchos me atribuyen. Aunque nunca antes estuve en disposición de hacerlo es ahora por las circunstancias, por las evidencias y por que así lo ha fallado un jurado popular que acato algo de lo que siempre había renegado. "¿Tienen ustedes un veredicto?" preguntó el magistrado. "Así es"-dijo el portavoz-"Declaramos al acusado culpable considerando probado que sus ojos se cierran al estornudar".
Al oir esas palabras olvidé mi identidad, preguntando a los presentes sobre que estaba haciendo en aquella sala, la mecanógrafa saco un frasco de pimienta que espolvoreó sobre mi pico. En consecuencia estornudé tan fuerte que salpiqué al abogado defensor, recordé quien era y cerré los ojos.
Parte: Chubascos de nieve, - 2ºC.

sábado, septiembre 23, 2006

La maltrecha economía del golfo presupone lo peor en cuanto a las iniciativas en el islote. El fin de semana pasado, sin ir más lejos, los malditos caballos de los pañuelos de la casa Hermès se fueron caminito del cielo. Cogiditos de la pata, ora al galope ora al trote. Estupefactos dos morsas árticas y yo nos desabrochamos el nudo de la corbata, sincronizamos nuestros relojes y nos repartimos medio saquito de alfalfa. Carcomido por el remordimiento llevo tres noches que no pego ojo.
Parte: Parcialmente nuboso, -13ºC

lunes, septiembre 18, 2006

Parte: Ventisca de nieve y viento, -17ºC